Haití: clima favorable para el saqueo

Ayiti Kale Je / Edición: Equipo Otramérica

¿A un gobierno cuyo lema es “Haití está abierto a los negocios”, que apuesta por las maquilas y mantiene un salario mínimo de $ 5 dólares diarios (uno de los más bajos del hemisferio), se le puede confiar la protección de los intereses del país?”, se pregunta Ayiti Kale Je (AKJ) en una serie de reportajes que revelan la debilidad de la oficina que debería supervisar a las megamineras, las ínfimas regalías que recibirá Haití y el apoyo del Banco Mundial a las empresas que explotarán los ricos yacimientos del país.

El nuevo primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, es un empresario con inversiones en los sectores de telecomunicaciones e inmobiliario en África y América Latina. Lamothe se ha comprometido a promover una legislación favorable a las empresas en todos los sectores.

En esa línea, Lamothe ha prometido modificar la legislación minera. En una reciente entrevista con la Associated Press declaró que la nueva ley asegurará que “el Estado recibirá su cuota justa, y se protegerá el medio ambiente y las comunidades”. Sin embargo, aclaró que la nueva legislación cumplirá con estas promesas “tanto como sea posible sin perjudicar las ganancias de la otra parte, para permitirle hacer negocios”.

Según las fuentes de AJK, el nuevo primer ministro haitiano, que anunció que la riqueza mineral de las montañas del norte serviría para sacar al país de la pobreza, promovería una nueva legislación que suprimiría las principales cláusulas de salvaguarda de los recursos del país. Anteriormente, las empresas podían declarar gastos hasta por un 60% de las ganancias. En la nueva legislación, el techo de los gastos sobre las ganancias no estaría incluido. También se suprimiría la cláusula que garantiza que las empresas mineras y el Estado de Haití compartirán en partes iguales las ganancias.

Regalías o el regalo para las mineras

Claire Kumar , experta en fiscalidad minera y regalías, y autora de “Undermining the Poor – Mineral Taxation Reforms in Latin America”, explicó a AKJ que las dos concesiones que ha firmado hasta ahora Haití establecen unas regalías de 2.5%, una de las tasas más bajas del hemisferio.

En su informe anual sobre los riesgos que enfrenta el negocio de la minería (“Business Risks Facing Mining and Metals”, 2011), Ernst & Young colocaba la subida de las tasas de las regalías (a lo que denomina “nacionalismo de recursos”) a la “cabeza de la lista de riesgos para el negocio”. La agencia señaló que entre 2010 y 2011, 25 países aumentaron el porcentaje de las regalías o amenazaron con hacerlo.

Muchos de los países que han elevado las regalías sobre el oro se encuentran en América Latina. Ecuador tiene una tasa de entre 5 y 8 por ciento, Perú hasta 12 por ciento y Brasil amenaza con aumentar su tasa. En agosto de 2011, Venezuela fue mucho más allá y nacionalizó la industria del oro. En un texto sobre el tema del mes de marzo de 2012, la agencia Reuters llegó a la conclusión de que el “nacionalismo de recursos” latinoamericano “deja a las empresas mineras tan pocas opciones” que éstas deberán dirigirse a territorios bastante más peligrosos políticamente, incluyendo los países de África.